bocadillo vila-seca restaurant la pomaParece bastante evidente que la comida rápida se ha instalado en nuestras vidas y también forma parte de la alimentación infantil. Que a los niños les encante la comida rápida no quiere decir que puedan comerla todos los días, pero tampoco conviene eliminarla por completo.

Si bien la comida rápida no es la opción más saludable para la alimentación de los niños ni de los adultos, resulta innegable el placer y la comodidad de recurrir a ella en ocasiones puntuales. Analizamos algunos mitos sobre la comida rápida, descubrimos la verdades y las mentiras sobre este tipo de comida.

 

Mitos sobre la comida rápida

1. Precio. Existe la creencia popular de que la comida rápida es más barata. En estos tiempos en los que la economía familiar no da para grandes excesos, resulta de lo más tentador apostar por la comida rápida para no gastar. Sin embargo, es un falso mito porque este tipo de comida no sale más económico. Preparar la comida en casa a base de ingredientes naturales siempre saldrá más barato además de saludable.

 2. Ensaladas. Muchas familias acuden con sus hijos a los restaurantes de comida rápida y optan por una ensalada para acompañar el menú y compensar así el exceso de grasa. Sin embargo, las ensaladas de las grandes cadenas de restaurantes de comida rápida no son tan saludables como parecen y muchas contienen más calorías que una pizza o que la propia hamburguesa

3. Adicción. Se habla habitualmente de que la comida rápida contiene sustancias adictivas, pero en realidad no se ha podido comprobar. Lo que sí está demostrado es que la adicción a este tipo de comida proviene de un perfecto equilibrio, pero no necesariamente saludable, entre la sal, el azúcar y la grasa que contienen los alimentos. 

4. Calidad. El debate se abre cada poco tiempo acerca de la calidad de los productos que consumimos. Lo cierto es que los restaurantes de comida rápida también están sujetos a los controles sanitarios habituales y eso debería ser garantía suficiente para que los alimentos sean perfectamente consumibles. 

5. Prohibido. Está bastante claro que la comida rápida no es la dieta más saludable para nuestros niños, pero tampoco es necesario eliminarla de la vida de los más pequeños. Prohibir el consumo de refrescos y hamburguesas no hará sino atraer más la atención, así que lo mejor es recurrir a la comida rápida únicamente en ocasiones puntuales para que los niños no se sientan apartados de los hábitos de consumo mayoritarios.

 

A que esperas, ven a probar nuestra comida!